Película no apta para el público en general, ni siquiera para un buen número de expertos en crítica cinematográfica, sólo para tipos muy raros, es más, yo diría de gusto rarísimo.

Además de ser en blanco y negro colorísticamente hablando, argumental y psicológicamente también resulta en blanco y negro. Las intenciones de la historia que reune y relaciona a dos dos mujeres (una supuestamente paciente y la otra aparentemente cuidadora, una en permanente silencio y la otra habla que te habla) son enmarañadas y recónditas.

Intuyo dos tesis:

1) La vida es de sentido incomprensible, algo que nos toca de lleno y nos desgarra; ante ello una persona puede volverse una especie de anacoreta, de eremita (no ya ad extra sino fundamentalmente ad intra) ensimismándose en sí mismo, no hablando, guardando continuo silencio frente a todo lo que nos rodea y son los mil y un rostros del sin sentido; sin embargo, aun recurriendo a esta actitud radical, la vida no te lo permite, la vida te penetra por todos los lados, por todos los resquicios, te agobia, te zarandea, te jode y rejode sin permitirte el aislamiento y el silencio en la medida que uno quisiera.

2) Cada uno de los seres humanos somos más de una persona al mismo tiempo, generalmente cada individuo es dos personas a la vez pero a veces incluso se es muchas más personas en el mismo sujeto presente. Esto es irremediable, de esta idiosincrasia procede la llamada ambigüedad, el anhelar, el idealizar o decir blanco pero a la par hacer, demostrar y dejar fácticamente actuado negro.

En modo alguno "Persona" se trata de una obra maestra de Bergman; sí otra de sus obras interesantes, complejas, deprimentes y abstrusas que reflejan el tormento interior y la angustia existencial del autor.

¡Ánimo, si es que Ud. se atreve a verla entera!

Fej Delvahe