Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Fej Delvahe
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Críticas favoritas elegidas por Fej Delvahe
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Fej Delvahe:
8
6,3
1.163
Drama
Años 30. Abel Tiffauges es un hombre ingenuo e introvertido que se identifica más con los niños que con los adultos. Aunque creció en un orfanato francés, siempre estuvo convencido de que le esperaba un gran destino. Trabaja como mecánico en las afueras de París y sólo se relaciona con niños, animales y marginados. Sospechoso de un intento de agresión sexual a una niña, el estallido de la II Guerra Mundial (1939-1945) lo salva de la ... [+]
16 de junio de 2007
32 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Volker Schlöndorff ha tratado de mostrarnos a un hombre raro (si raro es amar más a los niños que a los adultos), no necesariamente paidófilo, de estos que la vida los trata mal desde la niñez y su introversión se va volviendo con el paso de los años una especie de costra o caparazón duro como el de las tortugas, lo cual no significa necesariamente que su carne interior no sea de gran calidad o exquisitez humana. Así, como siempre hay un botón para un ojal, el tipo raro, sospechoso, feo, tímido y poco dado a las extroversiones, también hallará en la vida quien le comprenda, quien confíe en él, quien le valore y le demuestre empatía, o sea, el acicate capaz de lograr en esta clase de solitarios e introvertidos que saquen de sí lo mejor que esconden en su interior, lo más hondo de su religiosidad o humanidad.
La siguiente reflexión, que forma parte de la película, es simplemente preciosa y conviene tenerla muy en cuenta para comprender el trasfondo de lo que el director quiere darnos a entender con el "ogro" y ser humano protagonista de su film:
«De niño, en el colegio de san Cristobal, un sacerdote nos dijo: "Había una vez un marinero que en medio de una tormenta marina, teniendo miedo de morir en pecado, cargó sobre sus hombros a un niño, esperando que al salvar al muchacho se salvaría a sí mismo, pues la inocencia del niño le ayudaría a obtener la misericordia de Dios. Recordad siempre que estáis bajo el signo de san Cristobal: sois portadores de niños. Recordad que mientras llevéis a un niño, podréis eludir el mal refugiándoos bajo el manto de la inocencia, atravesaréis ríos, tempestades, podréis atravesar incluso las llamas del pecado. Amén."»
Fej Delvahe
La siguiente reflexión, que forma parte de la película, es simplemente preciosa y conviene tenerla muy en cuenta para comprender el trasfondo de lo que el director quiere darnos a entender con el "ogro" y ser humano protagonista de su film:
«De niño, en el colegio de san Cristobal, un sacerdote nos dijo: "Había una vez un marinero que en medio de una tormenta marina, teniendo miedo de morir en pecado, cargó sobre sus hombros a un niño, esperando que al salvar al muchacho se salvaría a sí mismo, pues la inocencia del niño le ayudaría a obtener la misericordia de Dios. Recordad siempre que estáis bajo el signo de san Cristobal: sois portadores de niños. Recordad que mientras llevéis a un niño, podréis eludir el mal refugiándoos bajo el manto de la inocencia, atravesaréis ríos, tempestades, podréis atravesar incluso las llamas del pecado. Amén."»
Fej Delvahe