Impresionante trabajo de Scorsese, la película es como si te callera un rayo encima, pura energía, puro nervio, electrizante hasta decir basta, y cuando dices basta no tiene piedad ninguna y te azota con un látigo de fuego vivo hasta que saltes como un mono toxicómano en celo, termina y pese a su larga duración quieres más, más y más.
Además se siente nueva, es decir, dentro de la enorme y majestuosa filmografía del director es la más loca y cafre, pero lo bueno es que utiliza prácticamente el mismo esquema que utilizó en "Goodfellas" o "Casino", ascenso progresivo hacia lo más alto, voz en off del protagonista narrando los hechos, la mujer, los amigos, el descenso y caída... vaya como en los viejos tiempos, pero deslumbrantemente adaptada a los nuevos, poseída por un ritmo sin tregua y ensordecedor.

La obra tiene puntazo tras puntazo, sales del cine, recuerdas uno y al momento te asaltan cuatro más, momentos impagables como toda la escena hasta acabar con "Popelle el Marino" en la tele, en otras palabras te mueres de risa, hacía muchísimo tiempo que no me reía a "caja abierta" con una película, además su humor es negro, cítrico, hiriente... Hay momentos en los que ésta obra hace que "Miedo y Asco en las Vegas" parezca Bambi, tremendo.

Respecto al reparto decir que es perfecto, los que más me han gustado son el protagonista y su amigo (el que interpreta un excelentísimo Jonah Hill), diálogos y situaciones surrealistas entre estos dos, Di Caprio se merece el Óscar, sin ninguna duda, sin él no sería lo mismo.
Hay muchas cosas más, no os la perdáis bajo ningún concepto.

Mi nota: 9,5.