Una potable e interesante segunda entrega de "Insidious", con múltiples detalles de calidad, pero inferior a la original y aún más inferior a la excelente "The Conjuring".

James Wan es un pequeño genio creando atmósferas de terror, partiendo de un estilo visual clásico y siempre muy sobrecargado en los pequeños detalles (el color, por ejemplo), el manejo que tiene con la cámara, unido al excelente sonido que poseen sus películas de terror, te meten de lleno en la trama, la excelencia de su cine se encuentra en "The Conjuring" ahí es donde prácticamente todo le salió muy bien.

En esta película da rienda suelta a su imaginación, creando un guión junto a su compañero, bastante loco y a priori poco convencional, esto en el cine de terror es digno de elogio, sobre todo hoy en día, el problema es que esta "ida de pinza" es bastante irregular, tiene cosas muy interesantes este capítulo dos, pero se lía mucho en su trama, pese a salir bien de sus propias ataduras, no te llega a dejar convencido, hay algo que falla, en mi caso, sobre todo, en las situaciones puramente viscerales donde hacen acto de presencia los fantasmas o entidades de Wan, la gran mayoría no me dan miedo, sobresalto sí, por el atronador sonido más que nada, éste director tiene un potencial enorme sugiriendo, pero le encanta mostrar, demasiado para mi gusto, y es ahí precisamente donde más flaquea, bajo mi gusto y siempre con excepciones (en todas sus películas de miedo).

Creo que han desperdiciado un poco la historia, no me gusta el más allá ese que han montado, no asusta, es eficaz pero ni mucho menos aterra, otras cosas como toda la historia de la "novia de negro" es perturbadora e interesante, sin duda es lo mejor de la película.

Resumiendo, gustará a los fans del terror, es buena sí, pero hay algo que chirría. Mi nota: 6,5.