Una gran secuela de aquel gran reinicio de esta franquicia, en esta ocasión todo se hace más grande, esos pocos simios acaudillados por César que se perdieron en los bosques en la primera parte han evolucionado y multiplicado de forma muy notable, por contra los humanos han sido totalmente diezmados por un virus que ha acabado con el mundo tal y como lo conocemos, los pocos supervivientes que quedan sobreviven a duras penas en pequeños reductos, las razas volverán a encontrarse y el conflicto acabará siendo inevitable.

Esta segunda parte tiene en mi opinión menos frescura, también de cierta manera (que no se definir) menos fuerza que la original (es distinta, la otra se centraba en un sólo simio), es mucho más densa, más completa y mucho más espectacular, pero de alguna manera da la sensación de carecer de la emotividad de la primera parte, César era muy distinto, molaba más, sus momentos de ira por ejemplo retumbaban más allá de la pantalla, ahora es más sabio, es el gran líder que esperas ver, pero quizás se halla humanizado demasiado, por suerte tenemos a Koba, y con él César gana más.

La película posee una larga duración, es en todo momento espectacular y entretenida (hay algunas escenas de esas que son difíciles de olvidar), adolece de boquetes en su guión por una serie de clichés típicos de roles muy definidos sobre quienes son los malos y los buenos, quizás el ritmo decaiga en momentos muy puntuales por ello, pero se le perdona, siempre consigue alzarse dejándonos con un buen sabor de boca.

Los efectos digitales, todos y cada uno de los simios, las batallas, el mundo post apocalíptico, todo en este aspecto es de matrícula de honor, una auténtica maravilla para los ojos, sólo por eso ya merecería la pena su visionado, mención especial a las actuaciones digitales de Toby Kebbel (interpreta dos papeles, irreconocible en su personaje humano), y sobre todo al rey del mambo, Andy Serkis como César, el solito está revolucionando el mundo de los efectos especiales, pronto se le reconocerá el enorme trabajo que realiza este hombre en cada papel que hace, por otro lado todos los personajes humanos dejan muchísimo que desear (lo peor de la película, sin duda), de hecho se hecha mucho de menos a James Franco.

En fin una segunda parte muy buena, le faltan cosas por supuesto, sobre todo un guión más sólido y complejo, personajes humanos que estén a la altura de los simios, quizás aún más rabia en sus escenas, y tendríamos una obra maestra, es posible que la tercera parte termine de finiquitar esta pedazo de saga revitalizada y actualizada para bien de forma más que notoria, una auténtica delicia de película.

Notable, mi nota: 7,5.