Hay dos tipos de películas en este mundo, las que te llegan y las que no, de una manera u otra, y de igual manera pasa con todo lo demás, con la vida, y en cómo la vivimos.
El amor existe, es muy complicado saber cuando está realmente presente, pero sin ninguna duda existe, y es lo único de lo que podemos presumir los seres humanos una vez somos conscientes de ello, es la arma más poderosa, para bien o para mal, pero no podemos ni debemos vivir sin esa pasión, porque sin ella no somos nada, sólo fantasmas y sombras errantes en un mundo sin chispa.
Y ésta ¿Película? es precisamente esto que acabo de escribir, esa felicidad y bienestar, ese poder de seducción ante nuestros propios deseos son proyectados como si de espejos se tratase, a través de estos veinteañeros enamorados en un día mágico por las calles de Viena, con conversaciones sobre la vida y las inquietudes de cada uno sencillamente geniales y siempre inteligentes e interesantes.
Las actuaciones de los dos protagonistas traspasan la pantalla, me resulta muy difícil recordar otra obra en la que dos actores, hombre y mujer enamorados para ser más exactos, tengan tantísima credibilidad, y además de una forma tan natural y real, fantástico.
Una película maravillosa, la primera parte de tres actos insuperables que no debéis perderos.