La turbulencia psicológica de este film es impresionante. No es una película sobre lucha libre. De acuerdo, habla de superación y tesón, no faltan esas escenas en plena competición; pero por encima de todo nos habla sobre complejas relaciones humanas: la de John con su madre, la de Mark con su hermano Dave y la más turbia: esa relación absorbente entre Mark y John. En este aspecto hay varias lecturas bastante destacables, sobre todo si atendemos al subtexto. Resulta cautivadora en escenas como la provocada fuga de caballos como preludio y explosiva en el silencio de sus personajes. Merecida nominación para Steve Carell por su impactante transformación, realmente es un personaje mezquino, patético y odioso muy bien resuelto. También Ruffalo y Tatum están atinadísimos, en especial este último del que no se esperaban grandes logros y ha sido ignorado en los premios. Por cierto, inexplicablemente la película tampoco ha entrado entre la nominadas. Premios aparte, hay que verla sí o sí.