FA
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Voto de Dragondave:
3
6,0
11.139
Terror. Thriller. Drama
Jaime, Marta y su hija Isa acaban de mudarse a una selecta urbanización de las afueras. Mientras se preparan para celebrar la primera noche en su nueva casa, tres encapuchados irrumpen violentamente en la vivienda con el objetivo de robar y sin importarles el horror que siembren a su paso. (FILMAFFINITY)
25 de febrero de 2011
76 de 124 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empiezo a mosquearme con el festival de Sitges. Después de hace una semana más o menos descubriese que un bodrio espantoso como “Mutación asesina” se llevó el premio a los mejores efectos especiales en dicho festival, teniendo como mayores 'fx' que un alienígena supuestamente roba una cabeza (no todo el cuerpo) de un negro, para ponérsela él (sí, la peli promete, ehh) y el actor pasa a ser el mismo negro que han matado hace unos minutos, y así sucesivamente en tres o cuatro ocasiones en la película; pues, como digo, después de esta experiencia, llego y veo “Secuestrados”, de Miguel Ángel Vives, director del que sólo tenía como referencia un mediometraje titulado “te veré en mis sueños” que aunque parte de un tema tan trillado como el género zombi y aquí en FA parece no ser del agrado popular, a mí me pareció destacable y con más personalidad y potencial que la vergonzosa película que tuve que presenciar anoche en su preestreno (24/2/2011) Y digo vergonzosa ya una vez calmado y relajado en casa, una vez descansado y reflexionado todo lo visto, pues según la veía era tal el cúmulo de sensaciones por los que pasé que estuve a punto de la crisis emocional. Según avanzan los minutos, paso de un comienzo prometedor, a una decepción, a enfado, a la comedia y por último a la vergüenza ajena, de la que casi me tapaba para que no me asociasen con lo que estaba viendo, no quería reconocer que la había visto.
Hoy, ya más calmado y con la furia amansada, puedo y debo dar mis impresiones para que quien quiera disponerse a verla sepa a qué se enfrenta.
Un primer plano horizontal, con la cámara tumbada al ras del suelo, de un hombre con una bolsa en la cabeza, me da a entender que aquí puede haber algo interesante, incluso puede que bueno, novedoso, o simplemente entretenido. La cosa continúa, planos secuencias con cámara en mano, y ya vas asociando un estilo “REC” al proyecto. No es innovador pero no importa, siempre y cuando se haga bien la propuesta y se adecue a lo que se cuenta. Pero de pronto llega la decepción, a manos de un truco tan manido y rastrero como una música para crear tensión o sobresaltos. Y en este caso molesta especialmente por el estilo 'hiperrealista' que venía trayecto la película y que en un minuto con una estúpida música tira por la borda. Y es el principio de una caída en picado.
(Continúa en el spoiler)
Hoy, ya más calmado y con la furia amansada, puedo y debo dar mis impresiones para que quien quiera disponerse a verla sepa a qué se enfrenta.
Un primer plano horizontal, con la cámara tumbada al ras del suelo, de un hombre con una bolsa en la cabeza, me da a entender que aquí puede haber algo interesante, incluso puede que bueno, novedoso, o simplemente entretenido. La cosa continúa, planos secuencias con cámara en mano, y ya vas asociando un estilo “REC” al proyecto. No es innovador pero no importa, siempre y cuando se haga bien la propuesta y se adecue a lo que se cuenta. Pero de pronto llega la decepción, a manos de un truco tan manido y rastrero como una música para crear tensión o sobresaltos. Y en este caso molesta especialmente por el estilo 'hiperrealista' que venía trayecto la película y que en un minuto con una estúpida música tira por la borda. Y es el principio de una caída en picado.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Empiezas a percatar que el guión es un recorte de periódicos, con pretensiones a lo “Funny Games” o “Los Extraños” pero con toque castizo, donde cada miembro de la familia desquicia más que el anterior, destacando una Manuela Vellés, que alejada de Medem y su Caótica Ana, intenta hacernos creer que con sollozar y poner cada de pez angustiado se crea una actuación, ya ni digo personaje.
El elenco de secuestradores encapuchados no es que mejore, pareciendo haberse conocido por un chat de malotes primerizos, donde un albanés, un español y un gallego/portugués/vete-tú-a-saber-qué-es, creen que no son verdaderos malotes si no siguen el manual del gran secuestrador, es decir, dar 'cachetitos' en la coronilla al padre de familia, romper algún brazo o violar. No recuerdo que Haneke utilizase dicho manual de tópicos con patas, y, en cambio, su secuestrador me asquea, perturba y cautiva 500 veces más que estos aficionados.
No en vano la cosa no queda aquí, y decide imprimir sus dosis de comedia con un personaje tan patético como el novio de la niña o incluso el secuestrador de la cicatriz. No fui el único que escuché reírse a más de uno en alguna ocasión, y creo que una película que intenta ir de 'hiperrealista', y acaba causando risa en algún tramo, es que va por muy mal camino.
Pero Miguel Ángel tiene aún un as en la manga, y es su pantalla partida. No se le ocurre nada mejor que poner dos escenas, a priori, interesantes en ambas partes de la pantalla, para que uno acabe no siguiendo ninguna en concreto y se pierda la tensión que podría generar. Una pantalla partida, en mi humilde opinión, debería utilizarse más sabiamente como por ejemplo en “500 días juntos”, que contrastaba dos situaciones entre ilusiones y realidades sin perder la expectación de nadie y sin dejarnos los ojos como el bueno de Trueba. Aquí es cuando se juntan los tópicos, las malas actuaciones, las fallidas pretensiones y genera todo un cúmulo de vergüenza ajena por lo que se está viendo. De algo que empezó bastante interesante y acabó patéticamente, quedando ese 'hiperrealismo' en 'hiperefectismo'.
Lo único destacable, un par de situaciones de los más freak, pero incluso están fuera de contexto en el film.
El elenco de secuestradores encapuchados no es que mejore, pareciendo haberse conocido por un chat de malotes primerizos, donde un albanés, un español y un gallego/portugués/vete-tú-a-saber-qué-es, creen que no son verdaderos malotes si no siguen el manual del gran secuestrador, es decir, dar 'cachetitos' en la coronilla al padre de familia, romper algún brazo o violar. No recuerdo que Haneke utilizase dicho manual de tópicos con patas, y, en cambio, su secuestrador me asquea, perturba y cautiva 500 veces más que estos aficionados.
No en vano la cosa no queda aquí, y decide imprimir sus dosis de comedia con un personaje tan patético como el novio de la niña o incluso el secuestrador de la cicatriz. No fui el único que escuché reírse a más de uno en alguna ocasión, y creo que una película que intenta ir de 'hiperrealista', y acaba causando risa en algún tramo, es que va por muy mal camino.
Pero Miguel Ángel tiene aún un as en la manga, y es su pantalla partida. No se le ocurre nada mejor que poner dos escenas, a priori, interesantes en ambas partes de la pantalla, para que uno acabe no siguiendo ninguna en concreto y se pierda la tensión que podría generar. Una pantalla partida, en mi humilde opinión, debería utilizarse más sabiamente como por ejemplo en “500 días juntos”, que contrastaba dos situaciones entre ilusiones y realidades sin perder la expectación de nadie y sin dejarnos los ojos como el bueno de Trueba. Aquí es cuando se juntan los tópicos, las malas actuaciones, las fallidas pretensiones y genera todo un cúmulo de vergüenza ajena por lo que se está viendo. De algo que empezó bastante interesante y acabó patéticamente, quedando ese 'hiperrealismo' en 'hiperefectismo'.
Lo único destacable, un par de situaciones de los más freak, pero incluso están fuera de contexto en el film.