Una joya del grandioso director Tim Burton, y me atrevo a decir que la mejor de su filmografía. Burton maneja de manera tan detallada ese humor negro, esa sátira en algunos mensajes dentro de la historia, al igual que muchos mensajes ocultos, como al momento de que Jenny pequeña niña va y cuelga los tenis de Edward Bloom, para mi representó el dejar ahí su vida, la famosa frase “colgar los tenis”, el no mostrar ningún trabajo en proceso frase que detalla Norther poeta, deja ese mensaje oculto de que ante cualquier crítica o pequeño que sea tu trabajo para uno puede significar demasiado, más por el tiempo invertido, doce años mencionaba Norther. Burton maneja de manera excelente el mostrar dos caminos, uno fácil pero largo, otro más corto pero con sus complicaciones, en el cuál Edward casi pierde la vida.
Algo que Tim Burton nunca pierde y es su estilo esencial, son esos momentos góticos, como lo muestra en muchas escenas en el gran pez, que te hacen vivir un momento realmente oscuro, y eso sí, en todas sus películas nunca faltan los gatos, es decir, Burton nunca pierde ese estilo que tanto lo caracteriza.
Como en todo filme, cosa esencial, y para mí lo más bonito es la fotografía, me encanta como maneja en tomas abiertas un punto de fuga que da a la escena tanta profundidad, acompañadas de un increíble manejo de grúa, paneos y sin duda alguna esos travel’s que con el simple movimiento muestra lugares donde sucede la historia, así como reacciones y transiciones en la película. Philippe maneja una fotografía sin duda alguna fenomenal, al usar pictorialismo y darle esa calidez a las escenas, así como frialdad cuando la escena lo requiere. Una de mis escenas favoritas es cuando Bloom charla con Sandra, esposa de Edward, Rousselote maneja una luz baja, que hace detallar el rostro tosco de Bloom, como una persona ya grande y cansada, el momento es realmente cálido con una luz amarilla y sentimental con poca luz.

En cuanto al guión que es cosa magnífica para los diálogos y demás, en lo personal quedé maravillado, ya que John August maneja junto a Burton una filosofía encantadora en sus mensajes, que te hace meterte en la película y como en mi caso llorar al final de la misma.
La música manejada en esta película te transporta en la época de la historia, y es que no había momento épico que no lo necesitara, en lo personal fue de lo mejor manejado por Danny Elfman y claro, por el maestro Burton.
El gran pez es una de mis películas favoritas, ha sido de las pocas que me han sacado una lágrima, y es que como no, si está muy bien hecha, y me atrevo a decir que fue esencial que la haya dirigido Tim Burton y no Steven Spielberg, ya que le dio ese toque oscuro que hizo brillar a el gran pez.