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España España · barcelona
Voto de marggautier:
6
Drama Después de un prólogo documental sobre las costumbres del alacrán, unos bandidos descubren a un grupo de arzobispos orando en un acantilado. La fundación de la Imperial Roma, celebrada en el sitio donde oraban los clérigos, se ve interrumpida por los lances amorosos de una pareja que es separada. El hombre es conducido a prisión pero logra escapar y se refugia en casa de su amada. Durante una fiesta, la pareja intenta consumar su pasión ... [+]
12 de mayo de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A la hora de estudiar las características formales de la obra L’âge d’or, filmada en 1930, es un hecho remarcable a tener en cuenta que Buñuel ya formaba parte por aquel entonces del grupo surrealista de París. Y esto es algo notable no sólo en la forma externa, sino también en muchas de las escenas y las llamativas imágenes y asociaciones tan impactantes, pues sus obsesiones y su imaginación se plasman en lo que en la época resultó ser escandaloso.
La película alude a un estado armónico entre la naturaleza humana, así como el deseo, para con la sociedad. Ya el título es ironía en estado puro pues se está refiriendo a un estadio de perfección entre lo que acabamos de citar, y todas las escenas no hacen más que presentar la imposibilidad de lograr esa armonía, alejándonos así de esa ‘’edad de oro’’. Por el contrario, hay una total escisión de los valores morales con las instituciones representativas, las cuales han perdido toda validez, atacando Buñuel las ideas de familia, patria, religión…
Mostrando la capacidad de volver la violencia hacia uno mismo, alude al comportamiento humano cuando los instintos primarios dominan sobre él. El amour fou con el que nos topamos debe ser evitado, pues atenta contra los preceptos de la moral y las buenas costumbres. Pero al quedar libre de ellas despliega su instinto brutal con todo lo que se cruza a su paso.
El filme está cargado de motivos que aparentemente no siguen ninguna lógica, como el espanto en el momento de intimidad amorosa al ver el enorme pie de una estatua, una vaca acostada en una cama, una carreta de campesinos que atraviesa la fiesta de aristócratas… sin duda la imaginación y la libertad de creación que apela a la locura está presente en toda la hora que dura la obra, desafiando a la razón como manera de acercarse a las realidades lejanas de los deseos y las normas sociales, donde coexisten elementos arbitrarios cargados de contradicciones y abstracciones. La reconciliación entre los dos mundos, el interior y el externo, se crea con este arte que funde realidad y fantasía, recuperando la esencia del hombre, su yo auténtico y desafiante que necesita salir de las ataduras convencionales.
marggautier
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