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Voto de chema523:
3
7,2
12.484
Drama
Por primera vez en su vida, víctima de problemas cardiacos, Daniel Blake, carpintero inglés de 59 años, se ve obligado a acudir a la asistencia social. Sin embargo, a pesar de que el médico le ha prohibido trabajar, la administración le obliga a buscar un empleo si no desea recibir una sanción. En la oficina de empleo, Daniel se cruza con Katie, una madre soltera con dos niños. Prisioneros de la maraña administrativa actual de Gran ... [+]
25 de octubre de 2019
12 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ken Loach con I, Daniel Blake, vuelve a darnos un producto tramposo y hecho a su medida. En efecto, el director carga las tintas donde más le conviene para hacernos ver que los representantes del Sistema son todos cuadriculados, faltos de sentimientos, de empatía, de conmiseración hacia los demás, mientras que el proletariado multiétnico (en el que no faltan los niños para hacer la lágrima más fácil) es, en su totalidad, solidario, comprensivo, lleno de amor por el prójimo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Pero Ken Loach, como he dicho, intenta colarnos varias trampas, como la de su vecino: ¿Acaso las mujeres y los niños que fabrican las zapatillas deportivas siguen sometidos a la misma esclavitud, ajenos a quienes se enriquecen con su trabajo, las multinacionales o el aprendiz de Robin Hood? Claro, este pequeño detalle se obvia porque no interesa.
Pero el principal engaño que intenta colarnos el director es el papel que representan los informes médicos que contraindican el trabajo al protagonista de la película y que se soslayan durante casi toda la cinta para aparecer al final como la salvación que, evidentemente (se veía venir), llega tarde, demasiado tarde. Está claro que a Ken Loach le interesa un final dramático para resaltar su machacón mensaje de un Sistema que oprime a los trabajadores hasta el final.
Todo ello convierte a la película en un panfleto maniqueo y demagógico muy del gusto de cierto sectores de la izquierda acríticos y dogmáticos que aplauden cada película suya como el no va más de la crítica social y el buen rollito.
Pero el principal engaño que intenta colarnos el director es el papel que representan los informes médicos que contraindican el trabajo al protagonista de la película y que se soslayan durante casi toda la cinta para aparecer al final como la salvación que, evidentemente (se veía venir), llega tarde, demasiado tarde. Está claro que a Ken Loach le interesa un final dramático para resaltar su machacón mensaje de un Sistema que oprime a los trabajadores hasta el final.
Todo ello convierte a la película en un panfleto maniqueo y demagógico muy del gusto de cierto sectores de la izquierda acríticos y dogmáticos que aplauden cada película suya como el no va más de la crítica social y el buen rollito.