Estos japoneses, ahora ricos y tumbados en sus hamacas con dos bellas prostitutas a sus lados, e inventándose nombres julandrones para ponerle a bichitos virtuales merecen una gran demanda judicial. No es ético hacerse rico a base de la inocencia de los niños pequeños, pero lo más chupilerendi es que lo siguen haciendo.

Toda la historia empieza cuando estos dos tipos crean a un héroe infantil, un chaval muy majo que sería nuestro referente y nuestro ansiado modelo de vida cuando aun éramos unos enanos, un chaval de catorce años que se va a recorrer mundo, porque el era tan, tan, tan listo que no le hacía falta ir a la escuela, por hacer un símil, el Ash este de mierda es el tipo pijo al que sus padres le dan todos los caprichos. Continuamos con Ash que además se apellidaba tomate in spanish, era un guarro y nosotros siempre protestábamos de pequeños cada vez que teníamos que ir a la ducha -al menos yo lo hacía-, y no solo eso sino que el tío era tan majo que no le hacía falta dinero para vivir, vamos, el sueño de toda persona ahora que estamos inmerso en la crisis.
Luego en esta serie había cosas muy extrañas, empezamos con Ash y sus dos amigos Brock y Mysti, cuando ellos se van -que tampoco crecen- vuelven a venir un tío y una tía y cuando estos se van hacen lo mismo, es un círculo vicioso. También tenemos el reflejo social de una familia numerosa y no es otra que la legión de enfermeras y policías que eran hermanas, cada una con las de su gremio, y todas ellas iguales, yo me imagino a la madre pariendo a 12 niñas iguales a la vez y me da algo solo de pensarlo. Y ya lo más de los más eran los combates, eso si que era orden joder y no la cola del INEM, era en plan de yo lanzo un ataque, tu me lanzas otro y luego voy yo, no se podía ser avaricioso, el mundo Pokemon estaba hecho para buenas personas, pero también tenían hueco los malos, eso si siempre la cagaban.

Para finalizar voy a hacer un apunte , como todos he sido niño y he jugado a la GameBoy con estos bichejos y una pregunta me asaltó años después, cuando me di cuenta que había tirado años de mi vida pegado al televisor viendo a un enano cabrón que no solo no iba a la escuela, que no solo no se cambiaba de ropa sino que no le hacía falta dinero,. El caso es el del pokemon Mew, todo el mundo lo tenía pero nadie sabía donde estaba, ¿dónde capturarlo? A todo el mundo se lo habían pasado con el cablecito de los huevos que costaba un ojo de la cara, la cuestión es ¿Quién fue el primero en capturar a ese pokemon? La respuesta nunca se sabrá pero yo creo que fue una estrategia de Nintendo para seguir chupando nuestra sangre, no se lo digáis a nadie.