Tenemos ante nosotros un thriller de organizaciones criminales asentadas en pueblos aledaños a Roma. Pero, a su vez, un político corrupto que disfruta alegremente de las mejores putas y drogas en la comodidad de habitaciones de lujo. Los desnudos no contienen ningún tipo de censura; nada de tres segundos de tetas y dos segundos de un culo.

Todavía falta más. El apodado "Samurai" tiene un enorme proyecto entre manos para convertir a Ostia, un pueblo costero de Italia, en algo muy similar a Las Vegas, de manera que todas las familias de la región se lucren a sus anchas por los casinos, discotecas, burdeles y droga que circule por todo el lugar.

¿Pensaban que eso era todo? Ya que estamos en Italia, no pueden pasar por alto los eclesiásticos, quienes están metidos hasta el fondo en la financiación y en el tráfico de influencias para que el proyecto se lleve a cabo.

La fotografía es increíble: gozarás de diálogos con tomas estupendas y paisajes bastante pintorescos.

El soundtrack me parece que es el punto más flojo, sobretodo porque incluye canciones muy modernas que a mi criterio le quitan la seriedad y sobriedad con la que el film esboza esta maraña de sangre, ambición y poder.

Brillantes actuaciones, cruda, aterradora, emocionante. Todo en 7 días; los necesarios para que llegue el apocalipsis