Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Martes Carnaval:
8
Romance. Drama En Mumbai, cada día, miles de amas de casa envían la comida a sus maridos a su lugar de trabajo a través de un eficiente y específico sistema de transporte. Un error en una de estas entregas pone en contacto a una joven con un hombre anodino. Juntos van construyendo un mundo de fantasía a través de notas que acompañan a la comida, lo que supone una amenaza para la vida real de cada uno. Esta película habla de la diferencia entre la vida ... [+]
5 de marzo de 2015
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película "The Lunchbox", a la que se ha tenido la sensatez de no traducir el título —ya que "La Tartera" no es el más indicado para los cánones románticos—, es deliciosa; minimalista en la acción, pero contenedora de una gran sabiduría sobre el ser humano.

Su argumento se podría resumir en muy pocas palabras: El azar hace que dos personas desengañadas del amor vuelvan a sentir el chispazo de los primeros síntomas del enamoramiento.

Si esta película hubiera tenido la nacionalidad de un país occidental, hubiera tenido más recorrido emocional, pero para ser india, y tener en la India su principal mercado, bastante ha hecho su Director, Ritesh Batra, en llegar hasta donde ha llegado. La India ha pasado históricamente del Kamasutra a la censura sexual más mojigata. ¿Quién la ha visto y quién la ve? ¡Qué le vamos a hacer!

Los personajes son contradictorios, pero ésa es una característica muy humana. Ila, el personaje central femenino, parece una convencional ama de casa, muy recluida en la cocina y obediente a las indicaciones y sugerencias de su tía —gran hallazgo el hacerla vivir en el piso de arriba del de su sobrina, con la que se comunica a través de una cesta que hace las veces de montacargas— pero, en realidad, sin saberlo, es una mujer muy feminista, con gran coraje, dispuesta a hacer todo lo que esté en su mano para que no le malogren la vida. Saajan, el personaje principal masculino, es un viudo, aparentemente sin hijos, que no ha podido superar la muerte de su mujer, pero al que veremos florecer muy verosímilmente, dulcificándose su carácter en el transcurso de la proyección. Shaikh es el típico "compañero-plasta" al que redime su ingenuidad, su vitalismo y su tenacidad. El cuarto protagonista es la India. Esa India milenaria, espiritual, misteriosa, colorista, abigarrada, ruidosa y pobre, aunque ésta es una historia de personajes relativamente acomodados, para los parámetros nacionales.

¿Cómo se suscita el interés por una persona que no se conoce?

En nuestros clásicos hay una respuesta de libro. El libro: "La Tragicomedia de Calisto y Melibea", más conocido popularmente como "La Celestina". Cuando Calisto recurre a los servicios de la vieja alcahueta para lograr los favores de su amada Melibea, que ni tan siquiera le conoce, ¿qué hace la genial enredadora? Le pide a Melibea un cordón para curar a Calisto del que le cuenta, falsamente, que está aquejado de una grave enfermedad. Ese conocimiento indirecto de la persona de Calisto, a quien Melibea presta socorro, hace estragos en ella, ya que se empieza, entonces, a interesar por él, hasta llegar a obsesionarse. En la película una tartera hace las veces de alcahueta, con notable éxito.

La curiosa y enrevesada manera de distribuir la comida en las oficinas indias, que choca con nuestro pragmatismo economicista, da lugar a un equívoco, al que Batra exprime hasta sus últimas consecuencias con una imaginación desbordante. El "in crescendo" de la correspondencia entre nuestros dos protagonistas está muy bien dosificado. Del "tenía demasiada sal" de Saajan —seguramente la que le faltaba a él— a decisiones importantes que precisan una profunda complicidad de pareja.

Me sobra la niña. Sin ella, su madre, Ila, estaría más ligera de equipaje, y sería más verosímil su ruptura con un mundo que —intuye— le va a amargar. Las dudas de Saajan pueden también ser discutibles, pero ya se sabe que una película romántica sin idas y venidas resulta de una linealidad anodina, sin las especias tan presentes en la película.

El final es abierto. ¡Qué cada uno lo ruede como quiera!, pero la lección magistral sobre la naturaleza humana está ya impartida, e incluye una enseñanza importante. Al menos, así me lo parece.
Martes Carnaval
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow