Esta película muestra en partes iguales belleza y crueldad. Por una parte nos encontramos con unos escenarios de naturaleza en estado puro, y cada detalle cuenta, hasta una gota de agua de hielo derritiéndose... preciosa de ver en este sentido. La fotografía es excelente, maravillosa, y la banda sonora no se queda atrás. Por otra parte, la crueldad del territorio hostil, la actitud egoísta de las personas sólo por el oro, el afán de venganza, el dolor físico, y peor aún el dolor de dentro, el dolor de dentro: el dolor del alma.
Para mí un diez sin lugar a dudas. Es probable, o más bien, es un hecho, que a mucha gente le ha parecido demasiado larga (tres horitas...), pero son tres horas en las que nada pasa en balde, tres horas gozando de la parte artística de la película (que en mi opinión es la más potente), porque al fin y al cabo, el cine es arte y no todo ha a ser la historia, sino cómo nos la muestran.
Si tuviera buscar algún pero (que los tiene por supuesto, ¡un diez significa EXCELENTE no PERFECTA!) sería por ejemplo el no darle tregua al pobre Hugh Glass, es como si todo fuera llevado al límite y puede resultar "poco convincente" o dicho de otra forma "¡venga tíos de que vais con lo del precipicio!", y que los diálogos de los nativos americanos no están subtitulados, supongo que la gran mayoría de las personas no sabrán o podrán entender este idioma (y si no es así, pido perdón por mi ignorancia).
Dicho todo esto, la recomiendo fervientemente.