Cuando se denominó al cine, el séptimo arte, desde luego no se referían a películas como esta. Poco tiene de arte cinematográfico, es una película muy infantil, plagada de tonterías, con argumento simplón y humor fácil.
Sin embargo cumple su objetivo de hacer reir y entretener durante hora y media, y de la misma manera que una considerada obra maestra del cine como El Padrino es considerada como tal por cumplir sus objetivos de una manera soberbia, esta película cumple satisfactoriamente sus ya mencionados objetivos. Por lo tanto le doy un siete porque me lo ha hecho pasar bastante bien mientras la he visto y considero que el tiempo que he empleado en verla ha valido la pena.
Es una película completamente prescindible de ver, no pasará a la historia ni será recordada siquiera el año que viene, no ganará premios importantes, mas que tal vez un, desde mi punto de vista absurdo e inmerecido, premio razzie.
No obstante, es una de las mejores películas que se han hecho últimamente para personas que en un momento dado buscan distraerse un rato y reirse a gusto.