La vi hace siete años, y aunque la recordaba muy bien, algunas escenas de relativa trascendencia las había olvidado, lo cual me originó cierto placer al revisarla.

La sorpresa en su conjunto sobre todo en el tramo final, fue igual que la primera, no cambiaré mi puntuación. Emily Mortimer me produjo cierto asombro por sus oscuras aristas interpretativas. Woody Harrelson ejecutó su papel de manera intrascendente y Kate Mara con Eduardo Noriega, respondieron con solvencia.

Mantiene la intriga, no decae. A mi me gustó y la recomiendo.