Ingrid García Jonsson, su directora, dispuso de mes y medio para elaborar el documental, y ella misma a lo largo de los primeros minutos, nos aclara que fue muy poco tiempo. Quizá por ello el resultado no es tan redondo, dibujando una especie de corta-pega con cierta frescura, si... aunque escaso en coherencia.

Lamentablemente los jóvenes que participan, tienen poco que decir y bastante menos que contar. Son vidas donde el desarraigo profesional, a la vez que emocional, parece la nota común.

Algunos de los "Nómadas" entrevistados se resuelven con mucha desorientación, amparados desde un intento desesperado por encontrar la felicidad relegando el factor económico y en ocasiones incluso el existencial.