Me siento desconcertado. Sinceramente. Por ello debo reflexionar, pero de momento, y muy a mi pesar, debo hacer una necesaria confesión: Lady Water no me ha dicho nada. Pero nada de nada. Inpropia de Shymanalan, el film resulta previsible en extremo, simplona, pastelera, autoindulgente, en ocasiones soporífera, pueril en el peor de los sentidos, gratuita etc. Reconozco que la idea "en bruto" es interesante pero el director indio parece no haber estado con los cinco sentidos funcionando a todo gas. Es una propuesta a medio consumar, un sugerente esbozo que ha intentado pasar por obra concluída. Tengo la sensación que Shymalan ha boicoteado (ignoro si con propósito alguno) su propio protocolo fílmico. En conclusión: sin salirse de la trama (que no es nada del otro mundo a pesar de la pretenciosa fabulación) creo que hubiera podido estar infinitamente más acertada, tanto que deberíamos hablar de otra película. Lady Water precisa de un remake de manos del propio director para reestablecer su talento. Eso es: falta talento, lo que nos hace llegar a pensar que lo único que falla en este metraje son las diferentes aportaciones de Shymalan:dirección, guión e interpretación. Incomprensiblemente la historia se le ha quedado grande y se nos ha presentado como un juego malabar en manos de un principiante, de un genio borracho de si mismo o de alguien que francamente hubiera de haber madurado el proyecto o la idea de lo que pudo llegar a ser y no fué. Es una película fatalmente precipitada que, sin ser horrible, no pasa de la normalidad insulsa ya que no despierta ningún tipo de emoción y las chapuzas narrativas se imponen en grado e intensidad a los imperceptibles y tímidos toques o atisbos de genialidad. Aún así, hay que verla.
Lo mejor: pocas cosas, como la interpretación (fundamentalmente la de Giamatti) o la música de Thomas Howard.
Lo peor: muchas cosas, empezando por el lugar que se reserva nuestro megalómano amigo en el film, la explicidad de la historia, así como los excesivos giros cómicos que entorpecen la concentración del espectador en todo momento, entre otras muchs cosas.
Es una pena.