Haz click aquí para copiar la URL
Irlanda Irlanda · Dublin
Voto de daci:
6
Thriller El escritor Eddie Morra (Bradley Cooper) sufre una grave crisis de creatividad. Un día prueba una nueva droga que le permite sacar el máximo partido a sus facultades mentales. De este modo, consigue triunfar en Nueva York. Un poderoso magnate de Wall Street (Robert De Niro) siente una irreprimible curiosidad por averiguar qué se esconde detrás de tanto éxito. (FILMAFFINITY)
11 de abril de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin límites parte de una premisa muy original: Eddie Morra, un escritor fracasado -Bradley Cooper- descubre que tomando una pastilla de una misteriosa droga consigue poner su cerebro al 100 % de rendimiento, por lo que recuerda datos olvidados, analiza todo lo que le rodea con precisión, aprende idiomas y escribe libros en unos minutos, o hacer gala de una labia y un carisma descomunales para seducir a cuanta mujer se le pone a tiro. Como es natural, su ex -novia -Abbie Cornish- vuelve presta junto a él, sobre todo cuando el nuevo Eddie logra atraer la atención un ricachón de Wall Street -Robert de Niro-, para que le ayude a escalar económica y socialmente. Pero la pastillita del triunfo también tiene sus efectos secundarios…

El film posee un arranque muy interesante y prometedor, por lo que uno se relame al pensar que Neil Burger vaya a alcanzar las notables cotas de El ilusionista. Sin embargo, conforme avanza la historia, el interés inicial por seguir las evoluciones de Eddie se va diluyendo paulatinamente por meandros argumentales y subtramas de thriller que no vienen mucho a cuento, hasta que finalmente el espectador se siente bastante timado al ver que la película ni remonta ni predica con el ejemplo de lo que nos está contando; dando la sensación de que sólo aproveche ese misma porción del 15 o 20 % que solemos utilizar del cerebro.

Lo mejor de Limitless hay que buscarlo en las secuencias en las que Morra experimenta el poder que le confiere su amiga estupefaciente, expresado visualmente de forma muy atractiva mediante zooms y efectos ópticos, y donde, por ejemplo, lo vemos propinar una paliza a unos maleantes al recordar los movimientos de Bruce Lee en una película que vio de niño. También es de agradecer a la cinta que no incurra en una fastidiosa moralina final o que nos dé la opción a reinterpretarla, en realidad, como una sátira de aquellos ambiciosos brokers USA que se creían más listos que nadie y acabaron siendo en buena parte responsables de la actual crisis económica.

En definitiva, una película que le gustará a Pocholo, a los seguidores de Breaking Bad o al Hulk Hogan de Celebrities, pero que podría haber rayado a una altura mucho mayor de lo que finalmente nos ofrece.
daci
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow