Hasta aquí, las películas hasta ahora siempre de dejaron un mejor sabor de boca que los libros, los cuales he ido leyendo a medida que han salido los correspondientes filmes.

Podrán estar de acuerdo o no, pero a mi parecer la pluma de J. K. R. deja mucho que desear, no quiero decir con esto que la idea sea mala(si no, no estaríamos hablablando de esto), pero sus libros carecen de rítmo, emoción y profundidad de personajes requerida por lectores promedio, como ejemplo: tomen una página cualquiera del 1° libro y comparenla con alguna del 6°, y se darán cuenta que los personajes en sí, no han sufrido evolución alguna, pese a los años y a las circunstancias a las que se han enfrentado.

En cuanto a las películas, cada una tiene su público objetivo, las 2 primeras, a cargo de Columbus, claramente dirigidas a un segmento infantil, lograban entretener sin pretensión. La tercera, a cargo de Cuarón (a mi gusto la mejor), estaba hecha a base de buenos personajes, rítmo y viajes en el tiempo. La cuarta, en manos de Newell, a pesar de alguno que otro fallo se sostenía por si sola. Al llegar a la quinta, uno como espectador empieza a exigir más, y la saga comienza a quedar cada vez más al debe.

Es aquí donde aparece "El Principe Mestizo".

Al término de la película quedé con la sensación de que nada había pasado, que la sucesión de imagenes no me llevaba a ningún lado, que había esperado más de un año para nada. Aquí fue donde pensé que tal vez mis altas expectativas me había causado una mala pasada, así que decidí volver al cine, para ver si ahora era capaz de ponerle nota, pero quedé más perdido.

Decidí leer el libro en busca de respuestas y orientación, más que nada incentivado por múltiples críticas que ponían a uno y otro a contraluz.

Pero la verdad sea dicha, hay muy poco que el libro le pueda aportar a la película, salvo por los 3 o 4 últimos capitulos, que realmente son muy buenos y poseen mucha más fuerza que lo que se logró plasmar en el celuloíde(mucha más potencia que todo lo leído con anterioridad). Es aquí en donde más se echa de menos un artesano del cine, que supiera aprovechar el buen material de las últimas 60 páginas.