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España España · Madrid
Voto de Luth:
9
Drama Edmund, un niño de doce años, intenta sobrevivir a las duras condiciones de la postguerra alemana, especialmente en Berlín, una ciudad que ha quedado completamente derruida tras la Segunda Guerra Mundial. (FILMAFFINITY)
17 de abril de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Casi siempre vemos las historias de la vida desde el mismo punto de vista. Es inevitable porque solo somos uno, individual, con nuestros sentidos y nuestra mente (portátiles pero anclados a nosotros) y recibimos los puntos de vista de los demás a través de los medios de comunicación de masas y de cultura que terminan siendo también uno porque la mayoría todo lo diluye.
Y, sin embargo, sabemos que nos enriquecemos cuando podemos cotejar varios puntos de vista. Aprendemos, mejoramos, tenemos una visión superior.
Por eso Alemania, año cero es de visión imprescindible. Rossellini nos muestra el otro punto de vista, el que no hemos visto casi nunca, el de los alemanes derrotados en la Segunda Guerra Mundial, su tragedia, su dolor, su pobreza, la derrota como tal. Siempre se nos presenta como inevitable la dicotomía entre los malotes nazis y los aliados, los demócratas. Y, como moralmente es así, así lo aceptamos sin reflexionar un minuto. Yo tampoco puedo dudar que la democracia es superior al fascismo. Ninguna persona decente puede plantear lo contrario.

Pero eso no quita que observemos como niños curiosos el otro lado, eso es lo que hace Rossellini. Y resulta fascinante porque vemos en esa sociedad alemana de los años '40 nuestra sociedad de hoy en día. Vemos cómo se alzó algo tan monstruoso como el fascismo, sin que casi nadie se alterara, ni saltaran alarmas de peligro. Como lo hace hoy, en pleno 2021 y del mismo modo el nuevo fascismo que sigue siendo el de siempre. Con insidias, con calumnias, con el apoyo de los grandes poderes económicos que se disfrazan de libertarios y demócratas.
Y vemos en Alemania, año cero, las consecuencias, las terribles secuelas de tanto desatino.
Podemos aprender mucho para no cometer los mismos errores. ¡Gracias maestro!
Luth
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