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España España · ZARAGOZA
Voto de Jose Solo Z:
7
Terror El Conde Drácula (Udo Kier) sabe que si no bebe sangre de jóvenes vírgenes, tendrá que permanecer eternamente en su ataúd. Antón, su asistente, le sugiere que viaje a Italia, país muy católico donde le será más fácil encontrar vírgenes. Allí conoce a una familia con cuatro hijas en edad casadera, pero que no resultarán ser tan puras como parecían. Mientras, Mario Balato (Joe Dallesandro), un hombre atractivo y de ideas comunistas, ... [+]
19 de agosto de 2022
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Otra entrega de Drácula; con dosis extra de erotismo y algo de crítica social. El espectacular palacio dónde tiene lugar la acción, la interpretación de Drácula y su ayudante, la belleza de las salas del palacio así como los elegantes desnudos de las hermanas hacen que se merezca un visionado, pese a lo previsible del film.
El argumento es simple y algo zafio: Drácula necesita sangre de vírgenes para no morir. ¿Será la mejor solución para las preciosas jovencitas el no serlo?

Espectacular fotografía con abundantes cambios de perspectiva, picados, algún travelling interesante, buenos encuadres, bonitos bodegones, espectaculares juegos de colores y contrastes y, por supuesto, bellísimos desnudos.

Las actuaciones son buenas, en general. Destaca la melancolía en la mirada de Udo Kier y la frialdad germana casi fanática de Arno Juerging, los demás cumplen sin emocionarte demasiado. Ni siquiera De Sica.

Se nota una influencia setentera en muchas cosas:
El conde maquillándose con un rostro claramente andrógino al principio de la película.
El abrigo con pelo en cuello y puños y los pantalones casi de campana con los que aparece. Si parecía Nick Cave...
El único trabajador del palacete va con peinado moderno (y no de los años 20-30, como debería ser) y un constante peto de cuero ¿fetichismo?.
Algunas referencias a la libertad sexual y a las revistas, como medio de alentar dicha revolución.
Los síntomas del conde ante la falta de sangre son muy parecidos a los del síndrome de abstinencia de un heroinómano.

Las conversaciones entre los miembros de la mansión y las actitudes que muestran son lo más interesante:
Hay una crítica explícita a la decadencia de la nobleza arruinada que se aferra a sus posesiones en ruinas mientras no tienen ni ropa que ponerse ni trabajadores.
También la hay a la hipocresía con la que venden "valores morales" -si hacen falta para medrar- mientras, a escondidas, deciden hacerse la existencia más soportable obviando dichos valores.
Igualmente se presenta como absurda y asfixiante la imposición de dichos "valores" ancestrales (la virginidad) como condición indispensable para la boda mientras otros factores de la personalidad son ignorados.

Todo esto regado con buen gusto (casi siempre) en escenas eróticas sumamente bellas y estimulantes: Hay variedad de escenas: lésbico, oral... pero no todas explícitas. La gran belleza de las hermanas protagonistas armoniza con el espectacular palacete y su decoración.

El final es algo gore y tanta aspersión de sangre te produce más risa que miedo o asco.
Jose Solo Z
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