Entretenido thriller con buenas persecuciones, escenas de acción, tiroteos...que se deja ver con simpatía y sin exigirle demasiado al espectador. La intriga tiene un nivel medio durante casi toda la película y el proceso de descubrimiento e investigación de la trama es aceptable.

El argumento tiene su interés aunque recuerde a otros ya vistos anteriormente: "Abre los ojos", "El caso bourne", "Los sustitutos"... Coge ideas ya vistas para hacer un corta y pega que, en este caso, tiene cierto tufillo a "ya lo he visto".
Se podría haber sacado un poco de punta a la parte más social y hubiéramos tenido un film más respetable. En vez de ello se opta por seguir la senda del espectáculo y del cine comercial. No hay de qué preocuparse: consigue entretener y tenerte en una razonable tensión. Eso es lo que busca este film, ¿verdad?

Ryan Reynolds cumple en su papel de protagonista molón. Gracias a su apariencia de honestidad y decencia enseguida empatizas con el personaje. Kingsley lo hace mejor y con más credibilidad pero no hay mucho tiempo para disfrutarlo.

Claro que aquí el calado sicológico de los personajes es la última de las preocupaciones del guionista. Un guión comercial y superficial que entretiene con solvencia gracias a la intriga para aclarar sus recuerdos y a todas las explosiones.

Entretenida pero rapidamente olvidable.