Con una puesta en escena muy teatral, tenemos aquí una película divertida (algunos gags son bastante buenos) que refleja la forma de vida desfasada y desquiciada de los yuppies en los 80-90.

No hay apenas guión. Sólo una sucesión de gags presentados por los dos gansos que hacen de protagonistas.
La dirección es muy plana y normalita. Pero tampoco se le puede pedir mucho a este producto.
La historia es tontorrona pero, ¿qué más da? Toda la historia pudiera ser el sueño de una noche de verano para un par de ingenuos currantes que se creen que van a subir en la empresa honestamente.

Viéndola se te pasará el tiempo con rapidez y, en cuanto termines, la olvidarás aún con más rapidez.