Para mi la última temporada de Espartaco está hecha con idea y con ingenio, consiguen rematar diez capítulos que ofrecen una muestra de todo lo que han sido las anteriores temporadas y con la apuesta segura de un público fiel incapaz de no ver el final de lo que ha sido una de las mejores series épicas de estos años.

Cierto es que la temporada que le precede se queda un tanto floja, el sustituto del fallecido Andy no cuaja mucho con sus discursos y fuera de la arena la serie pierde gran parte de su fuerza, pero, conscientes de ello, sus creadores dan menos voz al protagonista, la justa y necesaria y un reparto afianzado junto con muchisima sangre crean un espectaculo con un digno rival que será el general romano Craso, que la historia lo ha tratado de muchas maneras pero aquí consiguen retratar un personaje que te hace anticipar lo que ya imaginamos, que este si que acaba con Espartaco.

Aun así no es una lucha fácil y el último episodio es brutal y por lo menos a mi ha conseguido mantenerme en vilo hasta el último momento, e incluso el joven Cayo Julio Cesar ve su vida peligrar en varias ocasiones a lo largo de los capítulos y aunque se sabe que su fin es en el senado romano, de nuevo repito, consiguen hacerte dudar muchas veces de si van a cambiar la historia por unos momentos para la eternidad.

Parrafadas aparte, yo aplaudo que hayan apostado por un gran final, incierto desde un principio, luchado, peleado y homenajeando a ese mito y leyenda que consiguió hacer temblar al mayor imperio de la historia y aunque todo es parte de la leyenda de un mito, aparte de que cada historiador maneja a sus datos conforme los vivió o quiso contarlos, el nombre de Espartaco resuena y resonará más allá de lo que podamos imaginarnos, no con obras como las de Kubrick pero si con estas y con las que vendrán. Es bonito ver como si se puede viajar por la historia y que cada vez se podrá conseguir mejores cosas que las que hemos visto.

Juego de tronos, genial, mucho renombre y quedan temporadas para aburrir, pero ya en esta última temporada se denota como ya se van alargando las tramas rebuscando lo imposible para seguir haciendo dinero y dinero, pero siguen siendo dragones, medievos y un señor de los anillos largo. Espartaco se va y dejando el pabellón muy alto a pesar de conocer su fin desde un principio, que lo haga otro. No me cansaré de ver la repeteción de las temporadas con los años y no soy fan de tantísima sangre y aunque imcomparable en muchisismas cosas, igual como que nunca podré decir que no me voy a ponerme "Los Soprano" de nuevo o "Shameless", tampoco lo puedo decir de una de las mejores series de Roma de la época. Bien por 300, bien por Roma, bien por Espartaco.