He de reconocer que el motivo de ver la película era el plantel de actores, aunque Nicole Kidman atraviesa horas bajas, John Cusack da unos vaivenes terribles en su carrera, el McConaughey da una de cal y tres de arena, y Zac Effron... bueno, no ha tenido muchas oportunidades, pero me gusta en Hairspray.

La película no obstante, va de un crimen y como dicho crimen tiene un culpable que no se sabe si es culpable o inocente, podríamos pensar que es un thriller detectivesco, pero no mantiene interés, hay relaciones psicodependientes, pero tampoco va de eso (aunque roza lo desagradable muchas veces, y no por lo que se ve realmente), un hombre en la cárcel, pero tampoco... de romance, o eso creo que dicen.

Bueno, es MALA, los actores rozan el paroxismo del mal hacer, y ahora, al mirar veo que es el director de esa oda al Opra llamado Precious... y todo, TODO, tiene sentido.

Absténgase aquellos que han gozado de películas como "Arde Mississipi" o similares, no tiene nada que ver, bueno, si, hay negros...