El argumento de esta historia, flojo al principio, pero de menos a más, era oro en las manos de los productores de Paranormal Activity e Insidious, pero no le han conseguido sacar el 100% de genialidad. Si esta película se hubiera publicitado igual que se hace con Paranormal Activity, podría haberse convertido en una de las mejores películas psicológicas y de terror mejores de los últimos 10 años. Le estropeó el final, y la imposibilidad de que haya una secuela, aunque si consiguen obtener otra genialidad como esta, y se trabaja un poco más en ella, con un final abierto, se puede generar la perfección.

Veredicto: con diferencia deja fatal a muchas películas del género, consiguiendo que se pase el más absoluto miedo. Buen personaje el endemoniado protagonista, a la altura de Tobin Bell, y sin ni siquiera decir ni una sola palabra en toda la película. Solo con su rostro no se puede dormir por la noche. Sobraba el personaje del niño con terrores nocturnos.