Película en la que desde un principio se contraponen las ganas de vivir de la niña protagonista con las "cortapisas" que la madre la impone bajo el estricto prisma de su militancia religiosa. A medida que la película va avanzando, y acompañando al atroz sufrimiento de la niña y del resto de su familia por su enfermedad, se van revelando los porques de la historia (ej. la "reclusión" de la hermana mayor).

Los actores están impresionantes. Nerea Camacho borda el papel de Camino en sus dos vertientes (niña sana-niña enferma), Carmen Elías está impresionante en el papel de madre fanatizada y alienada por los sacerdotes del Opus Dei, Mariano Venancio en el papel de padre abrumado y superado por no poder hacer nada por su hija y ante el fanatismo religioso de la madre, y por último Manuela Vellés como la hermana mayor recluida en la casa del Opus Dei.

Es de destacar que la película dirige sus ataques frontalmente contra el Opus Dei y no contra la Iglesia en general. Contra su manera de ver las cosas , siempre purgando nuestras culpas por el solo hecho de existir y llevando el fanatismo religioso a extremos dificilmente comprensibles inclusive para los creyentes externos a "la Obra". Los personajes de los sacerdotes son presentados como auténticos buitres que juegan con la enfermedad de la niña en beneficio de ellos mismos y de la que representan. También en menor medida ataca a la medicina actual(las escenas de cirugía son muy crudas)

En suma, una película muy emotiva en la que no se escatima en elementos dramáticos, hurgando en la fibra sensible del espectador con el fín de dejar muy claro el mensaje que quiere dar.