Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Inspector Sancha:
6
Thriller Simon (James McAvoy), un empleado de una casa de subastas, se asocia con una banda criminal para robar una valiosa obra de arte. Pero, tras recibir un golpe en la cabeza durante el atraco, descubre, al despertarse, que no recuerda dónde ha escondido el cuadro. Cuando ni las amenazas ni la tortura física logran arrancarle respuesta alguna, el líder de la banda (Vincent Cassel) contrata a una hipnoterapeuta (Rosario Dawson) para que le ayude a recordar. (FILMAFFINITY) [+]
10 de noviembre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Danny Boyle es un magnífico director y puede echarse a la espalda todo lo que se proponga y salir airoso. Es de aquellos tipos que en un par de meses te rueda una película con una mano mientras que con la otra, bueno, hace otra cosa. El tio tiene un sexto sentido para la edición. El ritmo, los planos y la música. Puede acercarse peligrosamente al exceso pero sin traspasar esa línea que separa la genialidad y el ridículo. Por poner un ejemplo, me refiero a esa misma línea que Terrence Malick cruza cada cinco minutos en el arbol de la vida.

Ahora bien, un buen director te monta una película bien hecha, no una buena película. Sí es cierto que lo primero ayuda mucho a conseguir lo segundo, pero luego viene la parte del guión y la parte de los actores, y si bien esto último es correcto, la calidad de la historia es algo discutible.
Y no quiero que me malinterpreten, a mi me encantan los giros, pero los justos. Pasar de una thriller de robos, a un thriller psicológico, para acabar con un thriller ultra violento de engaños entre delincuentes, es demasiada transición. Ya se que todo es thriller pero puede llegar a confundir a cualquiera y decepcionar.
Y al final, cuando llega el desenlace y el secreto es revelado en una última cabriola del director, lo único que recuerdas es a Rosario Dawson caminando por el pasillo tal como vino al mundo. Y hasta eso olvidaré. En resumen, para pasar un buen rato.

Y hablando de Rosario

A mi mujer y a mi nos divirtió mucho los apuros que tuvo que pasar el director para poder mostrar los dos desnudos integrales de la actriz y no hacerlo en el caso de los actores, y que no se notara. Es igual que cuando, en una misma producción, metes actrices cuyo contrato permite al director libertad absoluta, con otras que no pueden enseñar pezón. En la misma época del año una va andando en bolas por su casa mientras que la otra se tapa con la sabana después de practicar el sexo. Al final te cuentan qué diferentes son los sistemas de calefacción en NY
Inspector Sancha
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow