La película arranca con una idea tan surrealista como original e interesante. Sorprende y engancha.
Y hasta aquí bien.
La atmósfera es también original y mágica, los personajes curiosos, y las primeras situaciones son como mínimo extravagantes.
Pero la película dura casi dos horas, y es mucho tiempo para mantener tanto surrealismo.
Y es cuando fuerzas la máquina para mantener altura, cuando te traicionas y caes en la tontería. Y pierdes altitud, y el espectador se te va, y te estrellas.
Le pongo un seis porque la premisa es buena, y hay tres o cuatro ideas muy bien encontradas, pero desgraciadamente hay mucha idiotez.
Y lo peor es que al final, el producto se ve forzado. Y ese es el peor de los pecados cuando lo que intentas es ser auténtico.