Película de rabiosa actualidad, recaderísima, con muy malas intenciones y con estreno fechado que da como para investigar de donde salió esta peliculilla que se presenta de género, pero tirando piedras y escondiendo la mano de "cine sociá" (mejor dicho de problemática ya no tan actual). Es lo que tiene los juicios en España y sus demoras: las avalanchas de mafias albanokosovares campando por los chalets del Mediterráneo español hace 3 años, hace poco se celebra el juicio de Coromillas.

Toda esa intencionalidad de fondo, como es de suponer, hace perder potencia y lastra muchísimo a la cinta, resultando el final del largometraje uno de los más burdos que se pueda recordar.

Aún así tiene su gracia como película puramente lúdica y dicharachera.

Recomendable para los que duermen con una glock en la almohada, no ponen el perro a dormir en el jardin metiéndolo en casa para que no lo envenenen y ponen cemento con cristales rotos en el bordillo del muro de su chalet, para que no lo salte ni Dios (según cuenta, esto último es ilegal¿?¿?)