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España España · Tenerife
Voto de ObJedi:
7
Drama Harvey trabaja en un hospital de Cleveland. Su única vía de escape frente a la rutina diaria es discutir sobre todo lo divino y lo humano con sus compañeros de trabajo. Casualmente conoce a Robert Crumb, un diseñador de postales amante de la música que, años después se hace famoso gracias a sus cómics underground. La idea de que el cómic es una forma de arte para adultos lleva a Harvey a hacer una tira cómica, "American Splendor", que ... [+]
16 de enero de 2018
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El 12 de junio de 2010, Harvey Pekar fue hallado muerto en su hogar por su esposa, Joyce Brabner. Una dosis mal calculada de antidepresivos puso punto y final a una vida repleta a partes iguales de insatisfacción y esperanza. Que final de mierda para alguien tan peculiar, alguien que rara vez tuvo la oportunidad de ser alegre siendo quien era, haciendo lo que hacía, y, sin embargo, marchaba hacia adelante, sin importar cuantas veces se precipitase en los interminables baches de banalidad y despropósito con los que el destino le había retado.

American Splendor, el biopic sobre Harvey, fue estrenado 7 años antes de su muerte. Captura el espeso y grisáceo cocktail de malhumor, cinismo y derrotismo que embriagó la personalidad de Harvey y terminó por ser el combustible creativo de sus andaduras como escritor de cómic. Dichos cómics eran un reflejo de la anodina realidad en la que se encontraba enjaulado, y en un deslumbrante acto de fidelidad a la temática de su obra, la película entremezcla ficción y cine documental, entrevistando al propio autor y a personas cercanas a él, transformando su vida y la representación dramática de la misma en un elemento indivisible. Si el término "homenaje holístico" existe, no se presenta mejor oportunidad para emplearlo que en el caso de American Splendor.

Joyce, su esposa, fue su imposible alma gemela. Su amor ocurre por obra y gracia de la aceptación mutua de la infelicidad de ambos, siendo capaces de tolerar lo que es respectivamente intolerable. Aun cuando acumula una envidiable lista de triunfos como autor, estos no terminaron de satisfacer su visión de si mismo ni sus metas financieras. Harvey siempre fue Harvey, y su mundo fue siempre un lugar incómodo y en grave necesidad de mejoras. Casi todo lo dicho hasta este punto pareciese indicar que estamos ante una crónica depresiva, pero ante todo pronóstico, lo que en su lugar encontramos es un enternecedor y cómico relato sobre un talento que poca vez es enaltecido, el de no dejar que el peso de la amargura engendrada por no tener lo que se quiere (por nuestra culpa, principalmente) sea mayor que nuestra voluntad para seguir intentando obtenerlo. El mundo de Harvey, a pesar de todo, siempre le mereció su pena, y aquí estamos tu y yo ahora, hablando sobre lo guay que es la peli de su vida. Que descanse en paz, si le es posible.
ObJedi
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