Cinematográficamente hablando, se suele hablar de la década de los 70 como la irrupción de los Coppola, Scorsese, Spielberg y Lucas mayormente, cuatro directores que relanzaron una época de capa caida en Hollywood. De hecho, si miramos hacia atrás casi podemos marcar el fin del cine clásico en esta decada ya que despues de estos cuatro, el concepto del cine cambió considerablemente.

Así pues, encuadrada en este marco, podemos hablar de El golpe como el último gran clásico, la última gran película de sabor añejo que sin embargo tiene el gran mérito de envejecer estupendamente, cosa que no pueden decir lo mismo algunas de las películas de esa época. Hollywood se lo quiso reconocer con siete Oscars entre los que no contaba ni siquiera como nominación la tremenda interpretación de Paul Newman.

Hablando de interpretaciones, creo que ahí radica uno de los méritos de esta cinta. Absolutamente todos los personajes están sensacionales. De Gondorff a Lonnegan, de Hooker al teniente Snyder, de los compinches del golpe al sicario de Lonnegan, todos sin excepción hacen que simpaticemos con ellos sin importar de que bando estén. Y buena culpa de todo esto lo tiene la dirección de Roy Hill, el único cineasta que consiguió reunir a Newman y Redford en dos cintas antológicas.

Así que tenemos una dirección magnífica y unas interpretaciones excepcionales. Pero es que además hay que añadir un guión ingenioso con uno de los mejroes finales de la historia del cine, aderezado con una de las bandas sonoras más reconocibles de la historia del cine.

Imprescindible