Ejemplar planteamiento inicial de director al presentarnos la trama de la misma manera que un puzzle de piezas, disperso y desordenado ante la mirada del espectador. Piezas y retazos de escenas y acontecimientos, sin aparente conexión ni relación. De esta guisa, el eficiente dúo Iñárritu-Arriaga, nos enganchan a la pantalla en una labor de ir colocando cada pieza en su sitio y haciendo al espectador cómplice en el desarrollo de los acontecimientos. Esta estrategia se muestra muy eficaz pues te mantiene atento y pensativo mientras vas componiendo pieza a pieza los puzzles que se muestran en pantalla.

Un tema desgarrador, vital y tremendamente humano. La vida de tres personajes que se entrecruzan en la fatalidad de un accidente que destroza la vida de todos ellos. Su lucha por intentar buscar nuevamente un espacio entre los demás seres humanos, su relación e interrelación. Las pasiones conflictos y debilidades humanas puestas a flor de piel. El amor, la venganza, la lealtad, el remordimiento, la apatía.

Una película con un mensaje, con un sentido. La volatilidad de la misma vida, la facilidad con que en un segundo la vida puede dar un giro de 180º. La tierra giró para acercarnos,
giró sobre sí misma y en nosotros. Cuantas veces podemos morir y renacer. ¿Qué perdemos y que ganamos?…el peso de un colibrí 21 gramos.

Por que en realidad aunque todos queremos aferrarnos a valores como la seguridad y la estabilidad, y la busquemos en la familia en la religión o en la medicina. Desgraciadamente estamos expuestos día a día al cambio más brutal, cruel e inesperado que nos puede deparar la vida misma.

Actores excelentes en excelentes interpretaciones que bordan magistralmente su personaje, sin destacar a ninguno en especial (Sean Penn, Naomi Watts, y Benicio Del Toro).

Hasta los niños están magníficos en sus papeles y el resto del elenco está impecable.

Película vital, atroz, dramática y sobrecogedora que no dejará indiferente a nadie una película donde todo funciona a la perfección hasta los 100 minutos de metraje.

A partir de aquí la estrategia que ha funcionado al inicio deja paso a unos minutos finales donde el espectador ya ha construido el puzzle y ha colocado las piezas.

Todos vemos el semblante que se representa en cada una de las historias y todos intuimos un final que se demora en exceso. Se pierde el efecto inicial y se instala una sensación de lentitud en muchas escenas que llega a generar en el espectador un deseo de que acabe la película cuanto antes. Así y todo una buena película.