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Voto de Roderick Usher:
9
Western Un grupo de veteranos atracadores de bancos que viven al margen de la ley y que actúan en la frontera entre los Estados Unidos y México, se ven acorralados a la vez por unos cazadores de recompensas y por el ejército mexicano. (FILMAFFINITY)
13 de mayo de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película (mutilada antes de su distribución por la censura y la propia productora en unos 20 minutos), a pesar de ser, en su momento, formalmente muy personal y moderna, conserva la estructura, planteamientos y valores (como son la amistad, el honor y la masculinidad) del western clásico. Mezclado todo ello en una perfecta comunión. Peckinpah dentro de su estilo tan característico de poética violencia y montaje rápido (imposibles, aquí, de olvidar esas espectaculares imágenes más que en cualquier otra película suya), pero abusando, para mi gusto, del uso del zoom (técnica que al parecer, y por desgracia, se puso de moda desde finales de los 60), intercala escenas de gran romanticismo e incluso otras marcadas de un profundo neorrealismo: como lo son las escenas cotidianas del pueblo mexicano.

En esta película también se nos muestra de forma cruda un mundo amoral, fronterizo y sobretodo crepuscular, donde las apariencias tienen poco que ver con la realidad: Soldados que al parecer atracan bancos, directivos de ferrocarril sin escrúpulos que anteponen sus propios fines a la muerte de inocentes, ex-presidiarios que dan su palabra a la ley (no confundir con justicia) para perseguir a un antiguo compañero cuando en el fondo desearía estar a su lado, cazarecompensas incompetentes cuya idea del paraíso es un mar de cadáveres a los que poder desvencijar, bandidos que son tratados como héroes, militares federales tan amistosos como un escorpión, etc. (A propósito, impecable e inolvidable metáfora la imagen de las hormigas y el escorpión de los títulos de crédito). Mientras, de fondo, un pueblo pobre lucha sin armas para conseguir la libertad. Una libertad que tan solo consiste en poder hacer su vida en paz (La revolución de Pancho Villa es el marco histórico de la película).

La película también nos muestra el final de una época, la del antiguo Oeste y su modo de vida; en la que no caben automóviles ni máquinas voladoras y en la que los protagonistas se sienten demasiado viejos para cambiar o intentar adaptarse. Por tanto, deciden dar su último golpe antes de retirarse. Pero retirarse ¿a donde?. Será la pregunta que le hace Dutch (Ernest Bornigne) a Pike (William Holden, que está soberbio a pesar de lo castigado físicamente que se encontraba por culpa de su alcoholismo). No hay lugar para ellos, no hay lugar en un mundo al que ya no pertenecen. Y, siendo conscientes de ello, solo les queda una cosa por hacer: Morir. Pero morir por una buena causa, que los redima. ¿Porqué no? ¿Que otra cosa hay mejor que hacer?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Roderick Usher
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