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Voto de José Miguel:
8
Intriga. Thriller. Cine negro Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el padre de Alicia Huberman, un espía nazi, es condenado por traición contra los Estados Unidos. Después del juicio, Alicia da una fiesta en la que aparece un apuesto desconocido llamado Devlin. Se trata de un agente de los servicios de Inteligencia que reclama su colaboración para atrapar a Alexander Sebastian, el cerebro de los nazis en Brasil. Al principio se muestra reacia, pero finalmente ... [+]
10 de junio de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notorious, como se anuncia peculiarmente en los títulos de crédito, tiene una estructura de cuento con su príncipe, su princesa, los malvados, una madrastra y hasta un castillo, todo esto en manos de Hitchcock lo transforma en un relato de espionaje.
El guion chirría al lanzar la historia que se desliza rudimentariamente en la credibilidad del espectador hasta que el film toma fuerza y ya el misterio coge las riendas del film.
Alfred H. elige con maestría la música que Roy Webb le ha preparado. Subraya con ella cada escena enfatizando la tensión en cada situación.
Es imposible dejar de resaltar la escena de la bajada de escaleras donde la cámara es la invitada que espera la llegada de la anfitriona para ser recibida. Me imajino a Leopoldine K. con lo puntilloso que era Alfred H. subiendo a su edad una y otra vez las escaleras hasta dar con la toma adecuada. Y la antagonista de esta escena en la que la cámara es la que ahora se mueve para mostrarnos un pequeño objeto escondido en la mano de Ingrid B.
Tampoco quiero dejar de señalar las escenas Orwellianas en las que aparece la madre agigantada en un primer plano mientras en profundidad se mantiene el personaje que maneja a su antojo, vemos como el diálogo pasa casi a segundo plano siendo el encuadre el que da verdadero énfasis a la escena.
Qué difícil resulta mostrarse borracho cuando uno no lo está, quizá por que somos conscientes que estamos haciendo el ridículo. Ingrid B. trata de salir del paso ante esta exigencia. En otra ocasión se cuelga del cuello de Cary Grant en una escena que necesita una poda logrando mantener el tipo durante ese largo periodo de tiempo delante de la cámara. Por lo demás Ingrid solventa su papel con un notable casi sobresaliente sin quitar mérito a las buenas tomas que sabe sacar de ella el director.
Cary Grant hace el papel de sí mismo hierático, sin apenas mover una facción de su rostro. Peca de frialdad más sin llegar a alcanzar el cinismo que algunas escenas exigen.
Claude Reims, con un papel agradecido, está de sobresaliente.
El cine de Hitchcock no tiene altibajos solo muy altos y altos , Encadenados se queda sin el adverbio de cantidad.
José Miguel
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