- Desde el principio, es obvio a dónde se dirige la trama. La película no ofrece giros inesperados ni suspenso real, lo que la hace aburrida y predecible.

- Los personajes son tan unidimensionales que resulta imposible sentir empatía o interés por ellos. Mae (interpretada por Emma Watson) es especialmente insípida, y su evolución en la historia es forzada y poco convincente.

- En lugar de tratar la cuestión de la vigilancia digital con sutileza, la película martilla su mensaje de manera forzada y obvia. Los personajes se sienten como portavoces de la trama en lugar de individuos reales.

- La película cuenta con un elenco talentoso como: Tom Hanks (Emma Watson es terriblemente mala), pero no les da material para destacar. Sus actuaciones son mediocres en el mejor de los casos.

- A pesar de abordar temas importantes sobre la privacidad en la era digital, la película no profundiza en ellos de manera significativa. Se queda en la superficie y no ofrece una exploración verdaderamente enriquecedora de estas cuestiones.

- La película llega a un final que es anticlimático y deja muchas preguntas sin respuesta. Después de invertir tiempo en la historia, te sientes insatisfecho.

- Los efectos especiales utilizados para representar la tecnología avanzada en la película a menudo resultan llamativos y poco realistas, lo que rompe la inmersión en la historia.