Cuando tenía la edad de Charlie, escuchaba Otis Redding y los Beatles en lugar de los 40 principales. Leía Oscar Wilde y Edgar Allan Poe en vez de la Superpop. Sentía que no encajaba del todo entre la gente de mi edad, y me sentía "rarita". Siempre fui "la nueva" (cambié hasta 7 veces de colegio). Me llamaban empollona. A los 14 me enfrenté a una enfermedad. A los 17 al divorcio de mis padres. Y después vino la universidad (un soplo de aire fresco).

Y yo también tuve una tía que ha influido mucho en mi personalidad. Pero sobre ella solo puedo decir cosas maravillosas. Desde que era muy pequeña me aficionó a la lectura, a la buena música (seguimos yendo juntas a los conciertos), y al cine. Estaba inscrita a El Círculo de Lectores así que casi todos los meses caía algo para mí... Mis preferidos, la colección de Roald Dahl (Charlie y la Fábrica de Chocolate, Matilda). Recuerdo que me regaló unas navidades "El guardían entre el centeno". A los 15 años me llevaba al teatro Alfil a ver cosas como "Las marionetas del pene" (¡mi padre jamás aprobó eso!), y otras como "La cantante calva" o a los Monty Python. A los 17 vi "El apartamento" y desde entonces amaré a Billy Wilder sobre todas las cosas. Ella me enseñó que en la vida es necesario aprender a estar solo, y que eso te ayuda a valorar más y elegir mejor tus amistades en el futuro. A asumir que las personas pueden ser crueles contigo aunque no tengan un motivo para ello. Me enseñó a ser independiente, a ir al cine sola, o a tomar un café, o, por qué no, una caña. A confiar siempre en mis capacidades. A ser extrovertida. A relativizar los problemas y tomarme la vida con sentido del humor. Me aconsejó la primera vez que me rompieron el corazón. Y las que vendrían después. Me ayudó a entender que los amores, y los amigos, aunque tú quieras que sean eternos, pueden convertirse en completos desconocidos.

Como dice esta peli "Supongo que somos quienes somos por un montón de razones. Y quizá nunca conozcamos la mayoría de ellas. Pero aunque no tengamos el poder de elegir de dónde venimos, todavía podemos elegir a dónde vamos". Todo lo vivido en la adolescencia determina en gran medida la persona adulta que llegamos a ser. Con 27, todavía me siento fuera de contexto en muchas ocasiones. La diferencia está en que antes me sentía "rarita", y ahora me siento especial. Todas las experiencias, incluidas las negativas, se transforman en recursos que, si los usas bien, te convierten en invencible. Infinita.

Y entre tanta frivolidad, superficialidad, falta de sensibilidad, hay joyas como esta que te recuerdan las ventajas de ser especial. Una oda a la vida en todos los aspectos (amistad, amor, familia), y para todas las edades, pues a todos sacará sonrisas, y puede que alguna que otra lágrima. Porque aunque transmite un mensaje muy positivo, tiene sus momentos amargos.

Lo peor: que hay escenas eliminadas (se pueden encontrar fácilmente), y en ocasiones puede que notes que se te escapa algo y no sabes por qué, principalmente a los que no hemos leído el libro. Pero vamos, nada importante.

Le he puesto un 10 porque desde ahora será una de mis películas favoritas (recomiendo verla en VO), y por TODO lo demás: la BSO. Emma Watson. Ezra Miller. Y sobre todo, Logan Lerman, que realiza una actuación impecable y que resulta especialmente tierno.