Ciertas cosas en tres unidades es mejor, como la cantidad de elementos en un bodegón, tres amigos, sean estos mosqueteros ó chiflados. Pero esta cuarta entrega de las aventuras del ya famoso arqueólogo, fue realizada casi a la fuerza, y no para darnos una aventura realmente interesante, sino para llenar ciertas arcas de dinero, según mi humilde criterio.

Los anteriores films, trataban, aparte de la aventura y comedia, temas casi religiosos, lo que las hacían más interesantes, tales como el Arca de la Alianza de los hebreos, un lingam (símbolo fálico) ó sivalinga de la cultura hindú, y el Santo Grial para los cristianos. Ahora se inclinaron por mostrarnos un tema un tanto irreal, los extraterrestres, lo cual, creo que a muchos no les gustó ó convenció, ya que es más fácil asimilar historias de otras culturas, aún dentro del genero de la ficción, que un tema bastante cuestionable, como es el de la vida en otros mundos.

Algo nuevo que nos traen los señores Lucas y Spielberg, es presentarnos a un nuevo tipo de héroe, un Indy más añejo, sabio y experimentado, interpretado nuevamente y de manera correcta por Harrison Ford, un Shia Labeouf, que se abre camino entre los grandes de la pantalla y un pasable John Hurt, pero, según mi apreciación un personaje realmente innecesario, puede ser el de Ray Winstone, ya que no se sabe si su papel es de aliado, villano ó el que pone la parte cómica, y su final es algo trillado y sin sentido.

Pero la historia tiene algunas incoherencias ó mejor dicho errores, debido a la falta de investigación y estudio por parte de los realizadores, y como siempre los gringos, generalizan la cultura latinoamericana, piensan de que en centro y sudamérica todo el mundo escucha música mexicana, al igual que en su vestimenta y orografía.

En resumen, un film que quizás nunca debió ser.