Su salto de la pequeña pantalla ha sido todo un reto, pero para ello su presupuesto de Low-cost no le ha impedido hacer una cinta por lo menos con personalidad, atrevimiento y mostrando que no es necesario grandes presupuestos para hacer cine.

Lo que primero nos llama la atención y según vaya trascurriendo la cinta lo seguirá haciendo con más énfasis es ese dúo magnífico que resulta ser lo más natural del mundo, y que nos va metiendo en situación a golpe de humor sano y real. La trama en sí resulta bastante inofensiva , no hay grandes espectáculos , no hay un guión frenético y sobre todo no hay excesos, todo en absoluto está aparentemente bastante controlado, y es por ello no termina de encontrar el vuelo. Tiene como bandera el humor y dependiendo quien lo haga tiene cierta tendencia hacía el humor negro que a muchos les puede resultar sin gracia.

La trama nos intenta encauzar con algunos giros de guión pero se vuelve a reiterar en lo mismo al final, por lo que al final nos topamos con una cinta monótona sustentada por el buen acierto del reparto, el cuál nos deja bien claro, que la calidad de una película en buena parte está sujeta a su reparto, y este es un buen ejemplo de ello, si el reparto no hubiera sido el que es, posiblemente estaríamos ante una película soporífera que nos costaría bastante verla entera, pero sin embargo, la naturalidad, frescura, la espontaneidad de sus actores, la hacen totalmente aceptable para verla y deleitarnos con unas magníficas interpretaciones.

Como conclusión, podemos decir que en su conjunto global, se trata de una película por lo menos interesante en contenido y notable en actuación, por lo que verla, no es sinónimo de perder el tiempo.

Lo mejor: Ese dúo
Lo peor: La historia del documental

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