Ben Affleck, vuelve a aprobar en la dirección en su tercera película y es que, aunque como actor tiene algunas carencias que hacen que sus trabajos no terminen de convencer, el hecho es que como director, ya nos ha dado alguna que otra cinta bastante aceptable.
En esta ocasión, nos trae una trama que nos sumerge en un suburbio y aunque parezca en cierto modo un tanto tópica en lo que muestra y hasta cierto punto se vuelve predecible, lo cierto es que tiene cierto grado de ser poco predecible, y poco a poco capta nuestra atención. Es una cinta, con bastante cuerpo y nervio, en donde las dosis de acción están presentes desde el comienzo, quizás en cierto modo es un poco plana, ya que se vuelve muy lineal, y los altibajos que tiene están muy controlados.
Las interpretaciones están a un nivel suficiente como para no desmerecer lo visto, quizás la más destacable sea la de Jeremy en la parte positiva y Ben y Rebecca en la negativa, ya que es poco creíble y se hace un poco pesado lo que concierne a estos dos personaje.
En su tramo final, recae en algunos tópicos de genero, pero consigue más o menos salir airoso.
Como conclusión se puede decir que se trata de una cinta, muy entretenida , con una trama interesante, pero de la que no tenemos que esperar una gran obra maestra, ya que sino no se podrá disfrutar de la misma manera.