Vista tantos años después, sigue tan fresca y potente como en su estreno. Definitivamente, Peter Jackson es un genio. Articular toda la parafernalia que conlleva esta trilogía no está al alcance de muchos, y no sólo sale indemne, sino que obtiene una nota elevadísima. Además, participa en el guión y la producción.

La presentación de la Comarca, el hogar de los hobbits, recuerda a películas clásicas, magistral. En unos pocos minutos, Peter Jackson consigue engatusar al espectador, invitándole a iniciar este viaje fantástico. Poco a poco, van entrando más personajes: elfos, humanos, orcos, y todo tipo de criaturas de este mundo tolkieniano.

La banda sonora de Howard Shore es deliciosa, magnífica. Acompaña en todo momento con pasajes alegres, tristes o de tensión, perfectamente integrada en el film.

Los actores no pueden estar mejor, ser más creíbles. Viggo Mortensen ha grabado su nombre a fuego en la historia del cine como Aragorn. Pero no es sólo él. El reparto, con actores de gran categoría, como Ian Mckellen (genial Gandalf), Cate Blanchett ( Galadriel), Cristopher Lee (el malvado Saruman), una bellísima Liv Tyler (Arwen) o los hobbits con Elijah Wood ( Frodo) están impresionantes.

Quizá la más difícil era esta primera entrega, pues si no funcionaba la presentación de personajes, del mundo fantástico, el peligro que corren, la importancia del anillo, la atmósfera y el ambiente épico...
todo ello. Y funciona a la perfección. Tanto que te quedas con ganas de más, a pesar de la duración. Así que estás esperando para ver las otras entregas.
Y la versión extendida es todo un regalo para los fans.

Gracias, Peter Jackson.