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Voto de Gabriel Ufa:
9
8,3
176.297
Thriller. Intriga
El veterano teniente Somerset (Morgan Freeman), del departamento de homicidios, está a punto de jubilarse y ser reemplazado por el ambicioso e impulsivo detective David Mills (Brad Pitt). Ambos tendrán que colaborar en la resolución de una serie de asesinatos cometidos por un psicópata que toma como base la relación de los siete pecados capitales: gula, pereza, soberbia, avaricia, envidia, lujuria e ira. Los cuerpos de las víctimas, ... [+]
7 de abril de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras dirigir “Alien 3” y procedente del mundo de la publicidad y los videoclips, con sólo 33 años, Fincher dirige su primera obra maestra, “Seven”.
Gracias al guión de Andrew Kevin Walter, nominado al Bafta, perfectamente hilvanado, sin cabos sueltos, con atención al detalle (climatología, vestimenta, matices de personajes) y unas tramas ingeniosamente urdidas, Fincher logra una obra bien acabada, de excelente factura técnica, redonda, efectista y efectiva, que funciona muy bien en taquilla y a la que además logra imponer su sello. Ello le valdrá para seguir rodando cintas como la impactante “El club de la lucha” o la controvertida “Zodiac”.
Hablar de “Seven” es hacerlo de uno de los mejores thrillers (psico-thrilllers se la etiqueta) de toda la década de los 90. Es difícil ver un guión tan bien trenzado y un final tan bien resuelto (para mí, es uno de los mejores finales de la historia del cine).
Fincher se sirve de su amplia experiencia en publicidad para crear una ciudad (no se nombra, pero se supone que es Nueva York) sucia, contaminada, oscura, en la que no para de llover y tan opresiva que hasta a Gwyneth Paltrow, la mujer de Mills, le cuesta vivr. Este reflejo de una visión desesperanzadora que comparten el detective William Somerset (Morgan Freeman) y John Doe, es otro elemento más, plenamente conseguido, que sirve de amplio mosaico en el que insertar la inquietante investigación.
A mi juicio, la película es tan buena no sólo por la trama en sí (intrigante, impactante e inquietante) o porque consigue revitalizar un género (al film le salieron evidentes imitaciones, pocas de ellas potables) sino porque el conjunto de todo ello (estética, argumento, dirección, fotografía, actores, intensidad, tensión, intriga) encaja como un puzzle perfecto (con la misma meticulosidad con la que John Doe logra urdir su macabro plan). Por muchos años que pasen, el final (no lo califico para quien no lo haya visto) es de los que no se olvidan.
Gracias al guión de Andrew Kevin Walter, nominado al Bafta, perfectamente hilvanado, sin cabos sueltos, con atención al detalle (climatología, vestimenta, matices de personajes) y unas tramas ingeniosamente urdidas, Fincher logra una obra bien acabada, de excelente factura técnica, redonda, efectista y efectiva, que funciona muy bien en taquilla y a la que además logra imponer su sello. Ello le valdrá para seguir rodando cintas como la impactante “El club de la lucha” o la controvertida “Zodiac”.
Hablar de “Seven” es hacerlo de uno de los mejores thrillers (psico-thrilllers se la etiqueta) de toda la década de los 90. Es difícil ver un guión tan bien trenzado y un final tan bien resuelto (para mí, es uno de los mejores finales de la historia del cine).
Fincher se sirve de su amplia experiencia en publicidad para crear una ciudad (no se nombra, pero se supone que es Nueva York) sucia, contaminada, oscura, en la que no para de llover y tan opresiva que hasta a Gwyneth Paltrow, la mujer de Mills, le cuesta vivr. Este reflejo de una visión desesperanzadora que comparten el detective William Somerset (Morgan Freeman) y John Doe, es otro elemento más, plenamente conseguido, que sirve de amplio mosaico en el que insertar la inquietante investigación.
A mi juicio, la película es tan buena no sólo por la trama en sí (intrigante, impactante e inquietante) o porque consigue revitalizar un género (al film le salieron evidentes imitaciones, pocas de ellas potables) sino porque el conjunto de todo ello (estética, argumento, dirección, fotografía, actores, intensidad, tensión, intriga) encaja como un puzzle perfecto (con la misma meticulosidad con la que John Doe logra urdir su macabro plan). Por muchos años que pasen, el final (no lo califico para quien no lo haya visto) es de los que no se olvidan.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Los personajes están perfectamente perfilados. Un Morgan Freeman en uno de sus mejores trabajos (y tiene muchos) que utiliza la reflexión, la paciencia y la deducción, viste con gabardina y sombrero, como un detective de los 50. Su compañero es Brad Pitt, un joven agente, partidario de la fuerza, irreflexivo e impaciente, casado con una bella Gwyneth Paltrow (¡qué buena pareja hacían!). No sólo les separa un abismo generacional sino también intelectual (claramente reflejado por Fincher en las escenas de biblioteca.
Sobre el asesino en serie, no diré el nombre del actor para los que no la hayan visto, me parece acertadísimo su exigencia de no aparecer en los títulos de crédito iniciales ( a cambio aparece el primero en los finales) así como no promocionar la peli con entrevistas, pues ocultar su identidad beneficia el suspense.
Luego está la parte técnica, que con los novedosos títulos de crédito iniciales (copiados posteriormente hasta la saciedad), pasando por una destacada fotografía y ambientación que se desarrolla durante los 7 días en que tienen lugar los 7 pecados capitales, impactantes y brutales, basados de manera macabra en “La divina comedia” de Dante. A pesar de que es difícil, la peli va ganando en intensidad: cada pecado capital parece peor que el anterior.
En un determinado momento, Gwyneth Paltrow se dirige a Brad Pitt como a Serpico, otro fenomenal thriller (de mis favoritos) interpretado por Al Pacino y dirigido por Sidney Lumet.
Algunas frases extraídas, reflejan lo bien trabajados que están los diálogos
-Presenciamos un pecado capital en cada esquina
-Nuestro hombre es metódico, exacto y lo peor de todo, paciente
Una película que dejó huella. Uno de los mejores films policiacos de los 90.
Sobre el asesino en serie, no diré el nombre del actor para los que no la hayan visto, me parece acertadísimo su exigencia de no aparecer en los títulos de crédito iniciales ( a cambio aparece el primero en los finales) así como no promocionar la peli con entrevistas, pues ocultar su identidad beneficia el suspense.
Luego está la parte técnica, que con los novedosos títulos de crédito iniciales (copiados posteriormente hasta la saciedad), pasando por una destacada fotografía y ambientación que se desarrolla durante los 7 días en que tienen lugar los 7 pecados capitales, impactantes y brutales, basados de manera macabra en “La divina comedia” de Dante. A pesar de que es difícil, la peli va ganando en intensidad: cada pecado capital parece peor que el anterior.
En un determinado momento, Gwyneth Paltrow se dirige a Brad Pitt como a Serpico, otro fenomenal thriller (de mis favoritos) interpretado por Al Pacino y dirigido por Sidney Lumet.
Algunas frases extraídas, reflejan lo bien trabajados que están los diálogos
-Presenciamos un pecado capital en cada esquina
-Nuestro hombre es metódico, exacto y lo peor de todo, paciente
Una película que dejó huella. Uno de los mejores films policiacos de los 90.