"Ratas del desierto" es, ante todo, un homenaje a los militares de la 9ª división australiana que padecieron lo inhumano en la fortaleza portuaria de Tobruk en 1941, en plena campaña africana de la Segunda Guerra Mundial, frente al muy superior ejército del Afrika Korps de Rommel, el destacado general nazi.

Un hecho real, una hazaña bélica con todos los ingredientes para convertirse en una destacada película: inferioridad numérica frente a superioridad, condiciones de supervivencia extremas, calor abrasador del desierto, órdenes casi imposibles de cumplir, todo ello bañado en un manto que roza la épica heróica.

Robert Wise dirige un film bélico aceptable, pero no brillante, teniendo en cuenta lo excepcional de la historia y lo que a priori prometía. Tiene un buen arranque, aunque después no mantiene el nivel, yendo de más a menos.
No profundiza demasiado en los personajes. La relación del capitán con su antiguo maestro no parece muy convincente y la participación de James Mason como Rommel es testimonial, papel que repetía poco después de haber interpretado al general en "Rommel, el Zorro del desierto". La labor de Richard Burton no está mal en su papel de capitán MacRoberts, luego ascendido, aunque hemos visto papeles militares más jugosos.

Uno de los puntos a favor de la película es que explica muy bien desde el principio las estrategias bélicas de uno y otro bando de manera clara y diáfana mediante sencillos mapas, algo simple pero que se echa de menos en otras películas de corte similar. La voz en off, utilizada a modo introductorio, está bien usada y dosificada, aunque la utilización de la elipsis, sobre todo la última, parece muy forzada. Algo prescindible son los insertos de imágenes reales que parecen, por decirlo sin ofender, claramente antiestéticos.

En definitiva, una película que parece más preocupada por ensalzar la épica y glorificar a las tropas que por conseguir unos resultados hitórico-artísticos de primer nivel.