Correcta película italiana sobre la cooperación de médicos italianos en África. Filmada con buen gusto y maneras, adolece de un guión un tanto flojillo que compensa con los paisajes africanos y su intención de compromiso.
Un reputado doctor italiano, adinerado y casado con una bella mujer, viaja hasta África para reunirse con su amigo, también doctor, que atiende a los habitantes del lugar en precarias condiciones, con falta de material y pobres instalaciones hospitalarias.

Si en algo destaca la película es en mostrarnos las duras condiciones de vida y las penosas condiciones sanitarias en que se vive en ese rincón del planeta (excepto los embajadores, claro). De manera clara, progresiva y hasta didáctica, Lucio Pellegrini nos hace un reconocimiento del terreno para ir acercándonos a ese mundo africano, a través del trabajo de los médicos amigos, uno idealista (Luca) y otro más pragmático (Mario).

El argumento, aunque mezcla una trama financiera poco explicada, es bastante normalito. Se afana por mostrar África, con sus grandezas (fantásticos paisajes naturales) y sus miserias (pobreza extrema), algo que sí hace muy bien. Tiene una primera parte mejor, con una buena presentación de personajes y equilibrado ritmo, que se ralentiza en la segunda mitad, donde se echa en falta una mayor agilidad narrativa al intercalar varios asuntos (financieros y amorosos). No falta una somera crítica a la actual situación de Italia.
Las interpretaciones son convincentes. Es una buena oportunidad para descubrir a Stefano Accorsi (Luca), y Pierfrancesco Favino (Mario), dos actores muy interesantes.

Lo mejor: la descripción de la cooperación médica europea en África. Es entretenida
Lo peor: un guión con un triángulo algo simple