Estimo a kaurismaki como un maestro del cine contemporáneo, aunque nada convencional y poco conocido. Pero su influencia es clara.
De este film, lo primero que me ha llamado la atención es que se introduce en el mundo marginal de la pudiente ciudad de Helsinki. Busca la "sombra en el paraíso" que intentó reflejar en su "trilogía proletaria".
En segundo lugar, como en todo el cine de Kaurismaki, la sobriedad interpretativa. Los personajes son casi autómatas. Los diálogos -muy cuidados- a ritmo de monosilabo, minimalistas. Pero... es curioso: no están exentos de tensión emocional y, a veces, te llegan a conmover.
En tercer lugar, el tratamiento de la luz, a pesar del sórdido ambiente. Los colores vivos y los claroscuros casi caravaggiescos contribuyen a ese ambiente íntimo y cercano. La película es muy agradable de ver.
En cuarto lugar, el papel de la música en elmundo de Kaurismaki. En los momentos culminantes, siempre hay alguien cantando, y las letras de los temas no están escogidas al azar. Te ayudan a "respirar" con la película. No sólo canciones finlandesas: desde rock hasta Nat King Cole, como sucede en Won Kar Wai (es curioso, encuentro cierta similitiud entre el finlandés y el chino).
Por último: Aki nos presenta en sus films a personajes solos y confundidos, que tratan de reencauzar sus vidas. Aquí, la soledad es extrema, ya que el protagonista se ha quedado sin memoria y sin identidad. Es un túnel donde se ve la luz final. La esperanza, en este film, entronca con una visión cristiana de la vida, personificada en el grupo religioso que conoce el protagonista, en un país como Finlandia, en principio , tan pagano y pagado de sí mismo.