El inglés Asif Kapadia nos lleva ahora a tierras gélidas, a lugares donde la presencia del hombre es casi anecdótica y en concreto al lugar donde Saiva, una mujer a la que predijeron una maldición tras su nacimiento se encuentra acompañada solo por una joven a la que rescató de una matanza. La factura inicial tiene gancho, se nota que Kapadia sabe de composición (ya lo demostró en "El guerrero") y de ritmo cadencioso, lento, en casi silencio. Se trata pues aquí de plasmar esa soledad y esa carencia afectiva que sufre interiormente Saiva y aún más cuando aparece Loki un hombre atractivo entre tanto paisaje desértico. Siendo la mayor parte del tiempo simplemente interesante y formalmente atractiva se echa de menos un mayor impulso dramático, un escape potente a tanto minimalismo emocional que tal vez sea la forma pretendida pero que hace que incluso su final imponente y chocante pase sin todo el impacto que mereciera dejando el mensaje final muy limitado en tanto y cuanto el conjunto formado por el resto de la narración queda en un segundo e indesable plano.