Nos podríamos quedar simplemente con el hecho de que es, una vez más, la historia de un robo que sale mal. Y lo es. Además su esquema de vuelta atrás y más vueltas en el tiempo con cartelito de "Una semana antes del robo", "Un día antes del robo", etc... es bastante cansino y no aporta nada de interés a la trama. Así las cosas, la película de Lumet es un film que se crece poco a poco, muy poco a poco, tan lentamente que hay que esperar a los últimos 20 minutos para descubrir la verdadera talla de la película. Todo lo anterior camina entre lo visto, lo desacertado y lo eventualmente apreciable. Todo el mundo hablará de Hoffman, Hawke y Finney. Pues yo aprecio más (y aquí es cuando me la cargo) la interpretación de Marisa Tomei, secundaria sí, pero correcta, contenida y emocionante. Lumet da muchas vueltas hasta llegar al centro de la misión, al punto dramático más alto, al climax shakespeariano, lo tiene, en su poderoso final, pero hasta entonces provoca algunos bostezos, luego es una película ciertamente irregular que tiene un guión que podría haber sido más equilibrado y atrayente.