Esta nueva película de Ira Sachs basada en la novela "Five Roundabouts to Heaven" del autor británico John Bingham, un escritor sobre todo de novelas de crímenes no muy conocido, me parece ligera, muy ligera y así, aunque historia hay y puede tener sus momentos de interés en su construcción y casting no es muy acertada. Empiezo por lo del casting: Pierce Brosnan, dificil verlo más que como galán trasnochado, una especie de Máximo Valverde a la americana, no tiene fuerza para meterse en un papel que tampoco está muy bien desarrollado. Chris Cooper, notable actor que aquí parece estar perdido ante la falta de datos sobre su personaje, sobre su carácter. Rachel McAdams en un papel de Verónica Lake o Rita Hayworth descafeinada y sin el menor ápice de mala leche o poderío que la catapulte a un papel cercano a la "femme fatale". Y lo de la construcción, pues muy sencillo, falta garra, inteligencia para jugar con el suspense, compensar a los personajes, más dósis de creatividad que le otorguen más personalidad a un film tan plano como fácilmente olvidable.